viernes, 23 de enero de 2009














Con el corazón manchado, el arrepentimiento amenaza, busco respuestas en lo que estorba de la cotidianidad. Así empiezo un reconocimiento de los cambios perceptibles hasta el paladar de la pineal, sintiendo un frío constante que afecta por las noches, en la soledad reflejada por la luna en el horizonte.





Tus ojos no mienten, insisten en grabar lo suyo, imprimiendo y reproduciendose en la alta definición y sonido envolvente de lo tridimensional, acariciando la médula espinal como un viaje interestelar, alcanzando frecuencias muy altas, que se estiran y regresan a la contracción muscular habitual del reposo.





Descansamos mucho y somos marionetas que se mueven como máquinas al ritmo de la música, sintiendo ambición con locura, plasmando la experiencia en el cemento de la memoria como tejiendo con hilos enrollados de ADN que se evaporan en proteínas, envejeciendo por el desbalance de movimiento. Con la fusión adecuada el fluido perfecto llega, arrastrando consigo la ilusión estética del amor, el fin de las verdades o materia en pérdida, solamente un producto que seguirá apareciendo en el cosmos.





Otra vez apuntando al mundo, venganza hacia la humanidad, enterrando vivos por maldad, si piedad... silencio....los disparon cesaron, porque la existencia alcanzó el fin, siendo ignorada por Dios ésta vez, cayendo por inercia en un ciclo más de la eternidad...

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