La naturaleza llama con su selva salvaje pura y solidaria, identificando objetivos del lenguaje, como una batalla perdida, como un amor encontrado.
Sentimiento, te pienso y no sirvo, pensamiento caliente por dentro, el texto aparece como un ave que intenta volar una vez o dos.
Inspiro cuando inhalo, y exhalo lo anhelado, anhelo el hielo de mi alma, enrededado en construir el ego, quisiera como el agua vivir fluyendo, por un río de espuma agitada y blanca.
Camino con mi agitación espiritual que me lleva sin cuidado ni acierto...
La línea, la forma, la figura, el verso, una armonía constante e intermitente, intentando reflejar laluz, el color, el momento; ese instante en que el amor va y viene, parpadea y se despide otra vez.
Quisiera ahora, ya tarde, tocar tu pensamiento, con ondas de gratitud y cariño, de aquellos recuerdos que aparecen con el tiempo, que cruzan el espacio hasta llegar a ser el aire que roza tu piel.
No podemos arrastrar el calor hasta el cielo, mucho menos llegar al sol, pero no quiero quedarme aquí, acabando el principio de una historia o de nada.
Los pájaros cantan, regresa la armonía eterna dentro del silencio sordo, esa relación de la realidad con una represión en el alma que nunca será abierta, intentando funcionar adecuadamente y con humildad. La experiencia se vive como un baile de dos colibríes en el desierto esperando la música del Universo.
Es la fuerza de una sonrisa, esa belleza que te despierta, te activa y luego te quita la vida. Gracias por el pensamiento y la energia que se hace ceniza ahora con tu prisa por salir y entrar al cuerpo, ahora solo estás aquí con tu voz, imaginando tu mundo.
